Sabía que Dios tiene todos los recursos imaginables, pero por ese entonces no sabía la manera en que podíamos obtener esos recursos.

Ustedes tienen, dentro de ustedes mismos, todos los recursos que necesitan, ahora mismo. No mañana, no ayer. ¡Hoy mismo! Ustedes tienes todo lo que es de Dios, que habita dentro de ustedes.

Usted puede decir: ¡Oh, Dios trabaja activamente en el universo, y a través de todas las cosas! Pero Dios le contestará: No, yo habito dentro de ti. Y nunca vengo al mundo con poder si no es a través de ti.

Dios será tan grande como usted le permita ser, y tan pequeño como usted lo obliga a ser.

El odio, ese espíritu implacable, no perdonador, es el enemigo número uno de vuestra vida de fe.

Si usted odia, se destruirá a sí mismo. Porque cuando uno odia se hace más daño a uno mismo que a ningún otro.

Sí, Dios habita en usted. Pero si usted no se libra de ese archienemigo, el odio, el poder de Dios no puede fluir a través de usted.

Mucha gente vive presa del temor. Si usted tiene miedo a que algo malo le suceda tenga por seguro de que ese algo le sucederá por eso es necesario deshacerse de ese pensamiento de temor.

 

Si una persona vive bajo el poder de un temor especifico, entonces el poder de destrucción comienza a fluir a través de todo su ser.

 

Si usted mira a sus circunstancias con sus ojos físicos y vive por sus sentidos, Santanas lo destruirá con miedos y temores. Pero si usted cierra los ojos, y mira a Dios, entonces puede creer.

 

Un complejo de inferioridad es verdaderamente destructivo. Debemos tratar con aquellos que se sienten incapaces de vencer en la vida. Debemos sacarlos en el amor de Cristo, e impartirles fe, diciéndoles que todo es posible para aquellos que tienen fe.

Usted no es inferior porque es hijo de Dios. Es posible librar a la gente de sus complejos de inferioridad, haciéndoles entender que ellos tienen a su disposición todos los recursos de Dios, y que pueden extraer y ponerlos a trabajar para ellos por medio de la fe.